domingo, 1 de mayo de 2011

LA UVA

HISTORIA


Departamento Técnico de Bruno Vassari
La vid fue una de las primeras plantas cultivadas por los seres humanos, y ya en tiempo de los egipcios la utilizaban para decorar los templos con sus hojas.
La vid es originaria del Caspio, en Asia Menor, desde donde se fue extendiendo hacia el este y el oeste. Es una de las plantas cultivadas más antiguamente.
Actualmente, el cultivo del vino se concentra en zonas templadas de Europa, en el sur de Asia Central, en América del Sur, California, Australia y Nueva Zelanda.
La principales partes de la planta son utilizadas como remedios medicinales desde los tiempos antiguos. La medicina tradicional europea utiliza sus ramas para las enfermedades de la piel. Sus hojas tienen propiedades astringentes y hemoestáticas. Su fruto es refrescante, tónico y diurético.
Contra los radicales libres
Aunque el oxígeno es fundamental para la vida, también es el principal causante del envejecimiento. Los temibles radicales libres son especies muy reactivas que tienen su origen en el oxígeno. Estas moléculas pueden causar un extenso daño biológico, ya que son capaces de atacar a los lípidos de la membrana celular, las proteínas, como colágeno y elastina, o enzimas, provocando un mal funcionamiento de las vías metabólicas; y pueden atacar también moléculas de ADN, induciendo mutaciones genéticas que pueden ser precursoras de cáncer.
Nuestra piel tiene su propio sistema de defensa, pero a menudo no es suficiente, ya que las condiciones de vida actuales, con exceso de exposición solar, la polución, el tabaco, el estrés, etc., promueven la formación de estos radicales libres. Se realizaron estudios relacionados con el estrés oxidativo, y se observó que en poblaciones donde el vino es consumido regularmente hay menor incidencia de estos desórdenes.
La “paradoja francesa” es un ejemplo de las bondades del consumo moderado del vino. Aunque los franceses tienen una dieta muy rica en grasas saturadas, no muestran niveles altos de colesterol como correspondería, gracias a su consumo regular de vino; además, se encontraron en su sangre más factores capaces de defender contra el ataque de los radicales libres. La ingesta de vino también inhibe la formación de plaquetas, con lo que disminuye el riesgo de obstrucción arterial. También se ha demostrado que reduce los niveles de colesterol “malo” (lipoproteínas de baja densidad) e incrementa los niveles de colesterol “bueno” (lipoproteínas de alta densidad).




Las uvas y sus virtudes medicinales

Las uvas y sus virtudes medicinales


Las uvas en su estado maduro son ricas en vitaminas A, B, C, contienen azúcar saludable, en particular la glucosa que es el combustible del músculo y el mismo que contiene el plasma sanguíneo. Contiene la triada que forma la hemoglobina de la sangre: el hierro, el cobre y el manganeso. La uva es especial por el fósforo que lleva en forma de lecitina.


Propiedades medicinales:


El jugo de uva es de fácil y rápida digestión; es diurética por el azúcar y sales potásicas que estimulan la secreción de la orina. Debido a su abundancia en celulosa es laxante, figura como producto dinamógeno proporcionando energías al músculo y facilitando su trabajo, también es un buen reconstituyente por su riqueza en azúcar y alta tasa de vitaminas.
Es muy calórica. Un kilo de uva proporciona más de 800 calorías. Sin embargo, incluso comiendo uva en gran cantidad no engorda. Este fruto drena las vías biliares, permite un verdadero lavado o purificación de las sustancias tóxicas al exterior, mediante la bilis.


La cura de uva bien orientada tiene una clara acción profiláctica de las esclerosis, y respecto al cáncer, la ciencia ya ha señalado su acción preventiva.


Ejemplos de afecciones de salud que se curan con uvas:


En los casos de fiebre aguda sobre todo en aquellas producidas como efecto de viruela, varicela, escarlatina, sarampión, tos ferina, el tratamiento consiste en practicar cura de uvas, alternada con zumo de 10 a 15 limones por días y varios baños calientes en una bañera durante 30 a 40 minutos. La fiebre desaparecerá en 2 a 3 días definitivamente, el exantema le seguirá en su desaparición y la recuperación será lenta, pero total y definitiva.


En dermatosis crónica, eczemas y psoriasis se necesitan muchos meses para la recuperación final, pero ésta se consigue. La pulpa y jugo de la uva fresca y natural contiene potentes energías radioactivas, y es uno de los mejores elementos antitumorales, por tener un alto poder alcalógeno; restan acidez a la sangre, proyectando el tono humoral al polo alcalino, que es lo sano.





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